Se habla del asma como de una enfermedad de etiología alérgica y sin embargo, tanto en el orden clínico como en el orden bioquímico y anatomohistológico, no debemos hablar de la alergia como una etiología, sino que debemos tratar de comprender la alergia como una patogenia; es decir, como un mecanismo de acción patológica que puede, por sí mismo, obedecer a numerosos factores etiológicos.